La agricultura.
La agricultura hace unos doce mil años significó una etapa decisiva en la evolución de la especie, pues gracias a las posibilidades de alimentación, se ha multiplicado por mil quinientos en este tiempo (de cuatro a seis millones)
la mayor parte de los seres humanos se han dedicado a la agricultura y han vivido de ella. Con la industrialización moderna en Inglaterra bajó el cincuenta porciento de los trabajadores de la agricultura, significa que a lo largo de la historia la mayor parte de los hombres y las mujeres se han dedicado a la agricultura.
la disminución de la población dedicada a la agricultura creció por el gran aumento de la productividad del trabajo agrario. La combinación de dos factores aumento de la productividad y demanda inelástica ha hecho que decaiga la contribución proporcional de la agricultura, existen tres vías para el aumento de la producción
1° crecimiento por extensión: que se da cuando se ponen en cultivo nuevas tierras.
2° por intensificación: que se con el aumento de su rendimiento por unidad de superficie que puede ser mejora de los métodos de cultivo.
3° por especialización: que se da cuando un productor agrícola se limita solo a cultivar lo que más se adecúa a las condiciones del clima.
Anteriormente se separaban la recolección y la agricultura como si fueran dos etapas de la evolución humana, hoy sin embargo se cree que este transito se produjo de manera gradual y matizada. El paso a la agricultura vendrá precedido por la domesticación tanto de plantas como de animales, escogiendo las variedades más interesantes para reproducirlas, los hombres entonces se vuelven sedentarios, buscan potenciar la producción agraria con nuevos métodos y con esto crear las condiciones para crear una ciudad y con ella una civilización.
El paso de la vida cazador-recolector a la de agrícola-ganadero, no ha creado mejora, pues ha traído nuevas enfermedades, vidas más cortas y consigo más violencia, hay quienes dicen que la agricultura la pero equivocación de la especie humana.
Los cereales son en realidad una de las grandes invenciones humanas, el resultado de una tarea de selección humana. A lo largo de la historia, el vacuno de los caballos y los camellos ha sido utilizado para proporcionar fuerza de tiro, brindando potencia, es por eso que aún medimos la potencia tomando como unidad en caballo de fuerza. Los primeros focos de una agricultura autosuficiente se dieron en las fértiles tierras del río Nilo, mientras las zonas semiáridas del próximo oriente y de Europa por donde se difundió de este a oeste en un recorrido que duró tres mil años coexistiendo con la recolección y caza.
El imperio romano fue la forma política más elevada creada por esta agricultura, pues fue un productor grandioso de trigo, aceite y vino que se extendió por las orillas del mediterráneo con el fin de asegurarse los alimentos necesarios.
Una de las revoluciones agrícolas explica la prosperidad de las tierras musulmanas donde se encontraban las ciudades más grandes del viejo mundo (Bagdad y Córdoba), entorno a esta cultura se desarrolla algunos de los grandes avances de la edad media como es la herradura y el molino de agua pero lo verdaderamente importante y que revolucionó fueron los cambios en la organización del trabajo.
La catástrofe demográfica de la peste negra, responsable de la hambruna de principios del siglo XIV dio lugar a una considerable despoblación, disminuyó la demanda de alimentos y en consecuencia el abandono de cultivos en muchas tierras, esto da paso a la mayor crianza de ganado y mayor abono a los bancos, una transformación de la agricultura europea que culminó en Gran Bretaña en el siglo XVIII con el llamado "sistema de Norfolk" y que daría lugar a la primera revolución agrícola de los tiempos modernos, la pauta clásica de este sistema comprende una rotación de cuatro hojas que se aplica por cuartos a toda la finca, el primer año se hace trigo, el segundo nabo, el tercero cebada o avena y el cuarto trébol. De esta forma el trigo se siembra cada año en tierra que el año anterior ha sido beneficiada por el nitrógeno del trébol.
Todos los esfuerzos de los agricultores se habían centrado en el mayor rendimiento y mejora de superficie cultivado, durante la segunda revolución agrícola todo fue diferente y los propietarios no buscaban aumentar su producción, sino disminuir los costes, lo importante entonces no era que una explotación produjera más sino que lo hiciera a costos más bajos y ahora la eficacia de esta nueva agricultura se media en por la productividad de horas trabajadas. El proceso de mecanización para trabajos agrícolas inició en Inglaterra en la época de las guerras contra Napoleón, pues los precios de los productos agrícolas eran altos y los trabajadores escasos por el reclutamiento para la guerra, fue entonces, fue entonces cuando se empezaron a introducir las maquinas en el campo.
Se pensó que la agricultura iba a evolucionar como la industria, pero esta ilusión entró en crisis a fines del siglo XIX. El problema comenzó en Europa cuando fueron incapaces de hacerle frente a los nuevos países productores de cereal. Las repercusiones sociales de esta crisis serían muy graves en países que consumaban una gran cantidad de población solventada por la agricultura, en primer momento los campesinos se defendieron auto explotándose, se aferraban a sus cultivos sin importar los sacrificios que esto conllevara.
Al termino de la segunda guerra mundial la perspectiva de hambre y e inquietud que amenazaba a los nuevos países independientes del tercer mundo, trajo consigo una campaña financiada por los Rockefeller y los Ford con el fin de introducir mejoras en la agricultura, pasadas algunas décadas han empezado a aparecer los limites y riesgos de la revolución verde el uso de fertilizantes llevo a los países desarrollados a rendimientos decrecientes de forma que empezó a retroceder el consumo.
Otro problema creado por la revolución verde fue la perdida de la biodiversidad como resultado de la especialización en el cultivo de las variedades milagrosas y la destrucción de plantas silvestres en su entorno. Hemos conseguido un mundo desequilibrado donde los países avanzados tienen más producción de la que necesitan, la despilfarran y se ven obligados a gastar recursos considerables para arrancar viñas, matar vacas o cerdos y retirar tierras de cultivo.
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