Política, violencia y poder.

 Lucian Fevbre calificaba al estado como "una maquina forjada en vista de los resultados que obtiene en parte por la fuerza, y que impone en todo caso, por la fuerza; fuerza material, fuerza policiaca, fuerza armada, gendarmes, policías, militares, jueces. 

comparando testimonios prehistóricos con las observaciones realizadas por los antropólogos, Keeley sostiene que el primitivo vivía en medio de una violencia constante, las tasas de mortalidad en esos conflictos, eran más elevadas que las actuales. La aparición de estados antiguos, con sus abundantes recursos agrí


colas, permitiría reunir ejércitos más numerosos y más organizados, que se acabarían convirtiendo en permanentes.

La domesticación del caballo sería fundamental para esto, pues la superioridad de los jinetes sobre los hombres que luchaban a pie llegó a ser decisiva en la edad media, el poder social de la caballería nacería de su capacidad militar, estrechamente unidas a las técnicas del armamento y del combate. Entre mil quinientos y la revolución francesa ha habido en Europa una etapa caracterizada por lo que se ha denominado la revolución militar, los siglos XVI y XVII han sido los más agitados de la historia europea, la llamada "revolución militar es una consecuencia del perfeccionamiento de la artillería, que cambión por completo las condiciones en las que se combatía. Los hombres que hacían guerra eran en su mayoría soldados, es decir profesionales a sueldo, en medida en que la resultaba cada vez más cara, la guerra se iba convirtiendo en un problema de dinero.

la Revolución francesa hizo aparecer, a la vez que uno de los primeros estados-nación, el primero de los ejércitos nacionales. Los soldados que ahora peleaban por la patria, ahora no eran profesionales, la mayoría procedían del voluntariado o en su mayoría del reclutamiento por quinta (una de cada cinco era elegido para combatir) quienes primero aprendieron a utilizar el ferrocarril en la guerra fueron los prusianos, que lo adaptaron a una nueva forma de combate: la guerra del movimiento. El secreto era tener un bueno uso del ferrocarril para poder desplazar grandes cantidades de tropas de manera más rápida y eficiente, todo esto exigía una cuidadosa organización de todo el proceso de movilización y transporte. Lo importante no era cuantos podían movilizar a la larga, sino cuantos podían instalar en el campo de batalla en los primeros momentos del conflicto.

La deficiencias de la medicina explican la elevada tasa de mortalidad en los heridos de la guerra: hasta la primera guerra mundial habría habido de dos a tres veces más muertos en los hospitales que en el campo de batalla; desde mil novecientos catorce, todas estas cifras se redujeron considerablemente, con la consecuencia de que aumentarían los mutilados que sobrevivían a sus heridas. Mientras en las guerras napoleónicas uno de cada tres muertos eran civiles, en la primera guerra mundial se equilibró la proporción y en la segunda lamentablemente fueron más los civiles que los militares.

El estado no solo ejercía violencia contra sus enemigos exteriores, sino también contra los interiores, el hecho de reforzarse el poder real entre el siglo XVI y XVII trajo aparejado un cambio radical en los mecanismos de represión social, que llevaría al endurecimiento de las penas, a un refuerzo de la persecución de los delincuentes y a convertir los castigos, y en especial en ejecuciones. En Inglaterra la prisión estaba destinada en buena medida a los deudores y los falsificadores de documentos.

La privatización de los prados y los bosques que anteriormente eran de uso común, hizo que durante cerca de dos siglos los robos de leña y caza furtiva fueran de los grandes problemas de los que tuvo que ocuparse el sistema represivo. En Francia la lucha de los campesinos para preservar sus derechos tradicionales condujo a protestas y revueltas desde mil setecientos ochenta y nueve hasta mil ochocientos cincuenta y uno. 

La pena más frecuente era, en los siglos XVY y XVII la de remar en las galera, que se conservaría en muchos lugares hasta finales del siglo XVIII, algunos estados alemanes que no tenían colonia, buscaron lugares para enviar a sus deportados; colocaron una tanda en Siberia, en mil ochocientos dos, con permiso del zar y mandaron otros a Brasil, pero cuando estos países se negaron a recibir más deportados, enviaron una gran cantidad a los Estados Unidos con documentos falsos que los hacían parecer migrantes comunes en busca de trabajo.

La muerte era un castigo para quienes se apartaban de la norma social y amenazaban con ello el orden establecido, aunque la pena de muerte se conmutara con frecuencia, las condenas eran tantas que los muertos acabaron también siendo muchos, en Inglaterra se dictaron treinta y cinco mil penas de muerte entre mil setecientos setenta y mil ochocientos treinta, y se ejecutaron unas siete mil; más de un centenar al año, muchas más que en cualquier otro país de Europa.

En la edad media la pobreza se consideraba como una virtud, pero desde el siglo XVII se comenzó a verla como un peligro social. En el paso del antiguo al nuevo régimen cambiaron la naturaleza del derecho penal y de la cárcel.

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